Es claramente la tendencia a la que apuntan todos los fabricantes de neumáticos y podemos decir sin miedo a equivocarnos que, en un futuro no muy lejano, los pinchazos pasarán a ser un recuerdo. Los neumáticos dejan de necesitar aire y, por lo tanto, de ser susceptibles a perderlo. Primero fue Bridgestone, después Michelin, y ahora le toca a Hankook. Sus neumáticos antipinchazos se llaman i-FLEX y añaden una novedad interesante: no necesitan llanta.