El sistema eléctrico español ha cambiado radicalmente en las dos últimas décadas, con el crecimiento de las renovables y el autoconsumo. Sin embargo, las redes no siempre han evolucionado al mismo ritmo. En un contexto con generación distribuida y flujos bidireccionales, es urgente modernizar la red, digitalizar infraestructuras y reforzar la planificación para garantizar la estabilidad y avanzar hacia un sistema 100% renovable