Las casas prefabricadas no solo representan un avance técnico y sostenible en la arquitectura, sino también un cambio cultural hacia un sector más inclusivo. Están abriendo puertas para que más mujeres participen en el diseño, la planificación y la construcción, rompiendo estereotipos y promoviendo un modelo equitativo que prioriza la diversidad y la igualdad de género. Este enfoque está redefiniendo el futuro de la arquitectura moderna