El motor del Citroën C3 VTi 95 GLP arranca en modo gasolina, e inmediatamente pasa al modo GLP para continuar la marcha, como es habitual en este tipo de motorizaciones. En cuanto agotamos el combustible GLP entra de nuevo el modo de gasolina.
El uso de GLP supone un importante ahorro en combustibles ya el precio del litro es entre un 40% y un 50% más barato que el de la gasolina. Esto seguirá siendo así, además, al menos hasta 2023 gracias a la amnistía fiscal sobre el GLP. Si alguien está pensando en cómo rentabilizar el C3 GLP, ya tiene una base con la que hacer números, y un plazo más que razonable para darse cuenta de que sí compensa.
El Citroën C3 VTI 95 GLP está disponible con el acabado Seduction y se comercializa en la Península y Baleares (IVA, impuesto de matriculación, transporte y operación promocional incluidos) por un precio de 16.000 euros.
Gas Licuado del Petróleo, una alternativa amable con el medio ambiente
El GLP, o Gas Licuado del Petróleo, es un combustible que consiste en gases propano y butano mezclados y almacenados a una presión de 10 bares. Esto significa que esos gases derivados del petróleo están en estado líquido (licuados) y que por tanto se pueden almacenar en depósitos de los coches.
El autogás, como se le conoce, es un combustible que cualquier motor de gasolina puede quemar y, por tanto, con unas pequeñas modificaciones es posible disfrutar de su energía y de su bajo precio. Hace pocos años que se conoce el GLP en España, al menos comparado con otros países como Alemania, en donde existen muchos más coches GLP por habitante.
Las ventajas de autogás son muchas, entre otras que se eliminan gran parte de las emisiones contaminantes. Por ejemplo, de CO? con respecto a un 100% gasolina, se reducen al mínimo las partículas, desapareciendo por ejemplo el azufre y el plomo.
En definitiva, es un producto menos contaminante y, aunque se consumen más litros de gas que litros de gasolina, comparativamente, el ahorro de precio en ese combustible hace que la balanza caiga del lado del ahorro. No hay pérdida apreciable de prestaciones y el almacenaje de este gas licuado es muy seguro.