El calor extremo supone un riesgo añadido en la conducción, no solo afecta al confort y rendimiento del propio vehículo durante los desplazamientos, sino también al conductor, provocando fatiga, somnolencia, pérdida de reflejos y molestias físicas. Northgate lanza unas recomendaciones dirigidas tanto a los conductores particulares como profesionales que afrontan jornadas de calor intenso