Las bajas temperaturas registradas en el centro del continente por la ola de frío, junto con la vuelta de las festividades de Semana Santa, ha permitido la recuperación de la demanda de electricidad. Ese aumento de la demanda, combinado con los precios del gas y del CO2 que continúan al alza, han traído un aumento generalizado de los precios en los mercados eléctricos. Se salva Alemania, donde el aumento de la producción eólica consiguió moderar los precios