Zaragoza, 18 de diciembre de 2012. Las casas bajas, sobre todo las que tienen jardín o terreno sin construir a su alrededor, son las más susceptibles de sufrir humedades por capilaridad, ya que el agua acumulada en la tierra puede penetrar en cimientos y paredes no aisladas. Agua que sube por los muros hasta alcanzar el interior de las paredes de las habitaciones, dejando a la vista los efectos de la humedad.