Las actuales tendencias demográficas y las previsiones a escala planetaria para las próximas décadas no dejan lugar a dudas: por primera vez en la historia de la humanidad hay más personas viviendo en ciudades que fuera de ellas y esta tendencia se sostendrá e incrementará en los próximos años. Esa distribución entre campo y ciudad, que ahora es prácticamente un empate, se convertirá en aplastante mayoría a favor de los núcleos urbanos.