En la primera semana de agosto, los precios de los mercados eléctricos europeos bajaron gracias al aumento de la producción eólica, al descenso de los precios del CO2 y el gas, y a la disminución de la demanda eléctrica que se produjo en algunos mercados como consecuencia de unas temperaturas medias menos cálidas. En España, el 2 de agosto se registró la segunda mayor producción solar fotovoltaica hasta el momento. Los futuros del Brent alcanzaron el precio de cierre más alto desde mediados de abril