El reglamento F-Gas sobre gases fluorados supone una nueva evolución en el sector de la refrigeración, tratando de reducir el uso de dichos gases. El resultado previsto será de una reducción del 70% de los gases de efecto invernadero en el lapso de 2014 hasta 2030, fecha en la que la transición debe ser total. Esta reducción afecta a aquellos gases con mayor impacto medioambiental, siendo sustituidos por otros gases refrigerantes de menor PCA o GWP