Según la compañía, el consumo de gas licuado en Madrid ha crecido un 25% en el último año. El gas se ha convertido en una energía clave para la transición energética: llega a reducir las emisiones de CO2 en un 30% frente al carbón, un 20% frente al gasóleo y un 50% frente a la electricidad y apenas emite partículas. Solo en España, la mala calidad del aire causa 38.000 muertes prematuras anuales