La mayoría de automóviles vienen con una rueda de repuesto que se puede instalar en carretera para poder seguir circulando. De todos modos, no suelen tener el mismo grosor que el resto de neumáticos del vehículo, por lo que no se puede circular con la rueda provisional por muchos kilómetros, recomendando acudir tras el cambio directamente a un taller