Las interrupciones y temores sobre el flujo de gas hacia Europa durante el mes de julio dispararon los precios del gas en un 59% y arrastró los precios de los mercados eléctricos a máximos históricos. El mercado ibérico es el único que registró una bajada gracias a la aplicación del tope en el precio del gas. Mientras, la producción solar fotovoltaica continúa aumentando año tras año por el aumento de la capacidad instalada.