En pleno julio, cuando el calor manda, las construcciones encaladas del Mediterráneo vuelven a ser icono de frescura y belleza. Desde pueblos griegos hasta las Alpujarras andaluzas, la arquitectura blanca es mucho más que una moda: es un lenguaje antiguo que hoy reinterpretan estudios como DmasC, enamorados de su claridad, su poder estético y su capacidad para atravesar siglos sin perder actualidad. https://dmasc.es/