Las empresas tratan de poner el máximo esfuerzo posible en conseguir nuevos clientes, fidelizarlos, atenderlos bien, etc. Esto es normal, ya que su supervivencia depende del dinero y satisfacción de los mismos. Ahora bien, estamos hablando de clientes externos y muchas caen en el error de olvidar a los clientes internos, es decir, olvidan a sus propios empleados y, por tanto, no aplican el Endomarketing.