Las empresas necesitan capitalizar la experiencia y conocimientos de los empleados mayores de 60 años, ya que para 2050 estos alcanzarán los 2.000 millones. Kincentric explica: "La diversidad generacional, los sesgos y estereotipos por edad, las barreras más urgentes a las que las compañías deben enfrentarse para incluir dentro de los equipos unos profesionales con muchas ganas de aportar a las nuevas generaciones"