El comercio internacional está inmerso en una etapa de redefinición. Un entorno económico global marcado por la inflación, la digitalización acelerada y la búsqueda de soberanía industrial ha impulsado a gobiernos y organismos multilaterales a tomar decisiones históricas en materia de regulación y política comercial. La logística global, eje invisible del comercio diario, se encuentra en el centro de esta transformación, afectando directamente a empresas pequeñas, medianas y grandes