Desde el estallido de la pandemia de la COVID-19, el turismo ha experimentado una transformación significativa. Los viajeros, ávidos de nuevas experiencias, han redescubierto el encanto de los destinos rurales, buscando alejarse del bullicio de las ciudades y conectar con la naturaleza. Este cambio de paradigma ha impulsado el auge del alquiler vacacional en zonas rurales, convirtiéndose en una tendencia en crecimiento que está redefiniendo el panorama turístico