Después de la revolución que causó la pandemia en los quehaceres diarios, desde lo laboral hasta lo más íntimo y personal, ha habido que adaptarse a una nueva forma de vida y una nueva forma de relacionarse con el mundo. Al tener que pasar tanto tiempo encerrados en el hogar, se presta mucha más atención al cuidado y decoración de la casa. Un entorno agradable, cómodo y práctico, es sinónimo de calidad de vida. Al igual que en los hogares, también ocurre lo mismo en los espacios de trabajo