Desde que la COVID-19 forzó al mundo al confinamiento, el hogar ha pasado a ocupar un papel mucho más relevante en la vida. Ya no es sólo un lugar al que volver para dormir y relajarnos, ahora también se ha convertido en un espacio multifuncional y digital desde el que se puede trabajar, asistir a clase o ser atendidos por un médico; todo esto tal y como ya predijo el informe "La reapertura del mundo: La vida después de la COVID-19" de Allianz Partners