• Los ejercicios previos de visualización pueden ser muy efectivos para movernos con mayor soltura durante un proceso de selección.
• Los estiramientos y la relajación son excelentes aliados: un cuerpo rígido piensa menos, es más lento.
• “Pensar en negativo antes de una entrevista puede tener efectos demoledores ya que limita nuestras acciones, modifica la postura corporal, disminuye el tono de la voz, nos quita vitalidad, mengua la capacidad de respuesta y ralentiza las funciones cognitivas”.