El verano y la subida prolongada de las temperaturas generan un mayor consumo de agua. Los aspersores y humidificadores se hacen omnipresentes en casi todos los ambientes para enfrentar esta época estival. Sin embargo, si no se realizan los mantenimientos adecuados, estos sistemas son un caldo de cultivo perfecto para que se reproduzca la Legionella, con graves consecuencias para las personas