Los Ayuntamientos de Madrid, Mallorca y Valencia quieren poner fin a la barra libre de pisos turísticos y han presentado un plan con el que pretenden acabar con la mayoría de estas viviendas. Es difícil poner cifras en un mercado sin control pero en Madrid hay más de 63.500 camas ofertadas como vivienda turística, seis de cada 100 pisos. Un efecto Airbnb que ha tensionado el mercado del alquiler hasta cifras de burbuja y ha expulsado a los vecinos del centro de la ciudad, hasta ahora