Las interrupciones en la cadena de suministro mundial o la inseguridad energética derivada de las sanciones rusas en Europa son dos de los factores por los que los consumidores se ven afectados por un sentimiento de negatividad, según Manhattan Associates. Los minoristas tienen que replantearse sus enfoques de venta tradicionales, iniciando mayores descuentos antes y durante más tiempo, lo que inevitablemente supone una tensión añadida en las cadenas de suministro