Enero es un mes de transición donde el cuerpo se resiente de los excesos de las fiestas. La combinación de comidas pesadas, alcohol, estrés postvacacional y propósitos de dieta extrema puede desencadenar molestias como indigestión, hinchazón o reflujo. Además, el frío propio de la temporada puede influir en el metabolismo, ralentizando el sistema digestivo