La vacunación durante el embarazo ayuda a proteger tanto la salud materna como la del futuro recién nacido, frente a infecciones que pueden ser especialmente graves. Infecciones como la gripe, tosferina o el virus respiratorio sincitial (VRS), suponen un riesgo significativo durante los primeros meses de vida, cuando el sistema inmunológico del bebé aún no está completamente desarrollado y no puede recibir muchas de las vacunas del calendario infantil