Para detectar y prevenir, entre otras cosas, la progresión de la miopía. Otras conclusiones que apunta el estudio son la necesidad de incrementar las horas de actividad al aire libre de los niños/as, aumentar, al menos hasta los 40 centímetros, la distancia en la que los niños/as utilizan las pantallas, o establecer protocolos preventivos para la detección de la miopía para los que la colaboración de la comunidad educativa con las instituciones, oftalmólogos y ópticos es fundamental