La inteligencia es una habilidad dinámica que se adapta, crece y se transforma en función de las experiencias, retos y cambios vitales. Desde la infancia hasta la vejez, cada etapa de la vida demanda una forma distinta de sabiduría: el impulso explorador de la juventud, la estrategia práctica de la adultez, y la introspección y aceptación de la madurez