La exposición prolongada a dispositivos electrónicos durante la noche -también conocida como vamping- interfiere en el sueño, altera los ritmos naturales del cuerpo y puede desembocar en una falta de descanso que pasa factura al día siguiente. Establecer acuerdos familiares, ofrecer alternativas relajantes y predicar con el ejemplo, son algunas de las claves que sugiere la psicóloga experta de Qustodio para conseguir un uso equilibrado de la tecnología