•Más del 30% de los niños menores de nueve años padecen alteraciones del sueño. Este problema se intensifica con la llegada del buen tiempo, las vacaciones y el cambio de las rutinas y los hábitos en verano.
•Entre los síntomas se encuentran: angustia, temor, ansiedad, irritabilidad, fatiga, disminución de la atención o incluso una menor respuesta inmune.