Partiendo de la base que la mayoría de las personas no duermen lo que necesitan, la media de horas que una persona adulta debe intentar dormir ronda las ocho horas de sueño, aunque hay grandes matices a este dato, que dependen de la complexión física, la edad, el trabajo de cada persona, etc. Y que la cantidad de sueño que las personas necesitan tiende a disminuir a medida que envejecen