El 72% asegura que su estrés se ha visto incrementado a raíz de la preocupación por la crisis económica, la situación sanitaria, el trabajo o la familia. De media, se ha engordado algo más de kilo y medio. Más medicados, un 46% consume antiinflamatorios y analgésicos por prescripción. Cuatro de cada diez, especialmente mujeres y personas con ingresos bajos, ha comenzado a reducir el número de comidas y la calidad de los alimentos consumidos. Menos práctica deportiva, 3.31h de media a la semana