Hace unos días se anunció que el sistema sanitario del Reino Unido tenía previsto retrasar las operaciones rutinarias de personas obesas o fumadoras hasta que cumplieran con determinadas condiciones de salud, como la reducción de peso o el hecho de dejar de fumar. No se sabe si la decisión, muy controvertida, se llevará finalmente a la práctica, pero en el fondo de ella hay una cuestión que cada vez tiene más importancia en el mundo desarrollado: ¿Hasta qué punto somos responsables de nuestra propia salud?