Tradicionalmente, la infertilidad masculina se consideraba como una enfermedad puntual, localizada en varias partes del aparato reproductor o en las glándulas endocrinas que producen las hormonas necesarias para su funcionamiento. Nuevas observaciones científicas desafían esta visión corta y demuestran que, en la mayoría de los casos, la infertilidad está asociada con otras enfermedades causadas por los mismos factores