Con los Oscars presentes en el ambiente y dos semanas después del trato marginal que la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España diera en su pasada 30 edición de los Premios Goya a los creadores originales de sus películas, los guionistas, no se han aplacado los ánimos del colectivo de escritores, sino que han derivado en una creciente indignación manifestada en los medios