Esto confirma la tesis de los doctores Jan Tesarik y Raquel Mendoza Tesarik, directores de la clínica MARGen de Granada, sobre la relación entre la COVID-19 y la fragmentación del ADN de los espermatozoides. "El estudio chino analiza casos extremos, los de pacientes muertos a causa de la COVID-19, y no se puede saber si, de haber sobrevivido, estos daños se hubieran reparado de manera natural. Si bien esta posibilidad es poco probable", señala el equipo Tesarik Mendoza-Tesarik