Cuando empieza el otoño llega acompañado de una bajada de temperatura, cambio de presión atmosférica, disminución de las horas de luz solar, el ambiente se vuelve más húmedo y las personas se vuelven más vulnerables a sufrir resfriados y otras enfermedades. Así, pueden llegar a sentir un bajón físico y emocional. Los cambios estacionales influyen mucho, ya que el organismo tiene que hacer un esfuerzo adicional para adaptarse