Para bajar la temperatura, la clave está en mantener el ambiente fresco de la casa, no abrigar en exceso al pequeño (un error que cometen muchos padres) y darle de beber mucho líquido para que esté bien hidratado. Para Judit Calpe, directora médica y doctora de Medicina Familiar de mediQuo, "si está por encima de 38º C y el niño no vomita, se le puede dar un antitérmico recomendado por un especialista de forma oral, por ejemplo paracetamol"