Para muchas mujeres, ser madres comporta tener menos tiempo para dedicarse a sí mismas. Las obligaciones familiares crecen y, con ello, el estrés y la fatiga de un ritmo de vida más agitado, lo que acaba repercutiendo en la apariencia y lozanía de la piel. Pero hoy en día ser madre no tiene porqué significar dejar de cuidarse, ya que existen infinidad de innovadores tratamientos estéticos antiaging no invasivos, rápidos y efectivos para mantener un aspecto joven más allá de la maternidad