La llegada de la primavera produce distintos tipos de insomnio en más de la mitad de la población. Las mujeres de entre 35 y 50 años son las más sensibles y las más afectadas por los trastornos del sueño. La culpa es del tan esperado sol primaveral, debido a que una mayor exposición a la luz natural reduce la acumulación de melatonina, encargada de distinguir el día y la noche, y revoluciona las pautas de sueño. Artiem, expertos en bienestar y felicidad, ofrecen consejos para evitar estas alteraciones