En lo que vendría a ser una nueva manifestación del fenómeno slow ha florecido en los últimos tiempos un cierto gusto por la escritura manuscrita. En efecto, en oposición a la inmediatez de los whatsapps cada vez son más quienes disfrutan de la pulcritud y el sosiego que procura el escribir con una buena pluma estilográfica sobre un papel de calidad.