Treinta años después de la riada que golpeó con dureza a Yebra y Almoguera, la Casa de la Cultura almoguereña acoge, desde ayer, una exposición permanente y un documental que reviven, con imágenes y testimonios, aquellos días de destrucción y solidaridad. Un homenaje a las víctimas y una llamada a la prevención para que una tragedia así no vuelva a repetirse que tendrán, a partir de ayer, su sede definitiva en la Casa de la Cultura