En el corazón de Arcos de la Frontera, rodeada de paisajes privilegiados y a orillas del pantano de Bornos, la Bodega Regantío Viejo lleva desde 2018 en manos de la familia Naranjo Ortiz, quienes han apostado por la producción de vinos de alta calidad en un entorno de tan solo 12 hectáreas de viñedo. En este enclave, con el contraste climático de la sierra de Grazalema, la bodega se ha consolidado como un referente en la creación de vinos que expresan la esencia de su origen