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Muchas compañías optan por salir de sus oficinas y tiendas para captar clientes, más en estos momentos en los que ha disminuido el consumo y es más difícil que los posibles compradores entren a los locales comerciales. Por este motivo, son las empresas las que deben acercarse a ellos, sobre todo antes de que lo haga su competencia.

Esta necesidad, según explica Javier Fuentes Merino, Director General de Grupo Venta Proactiva “ha supuesto en los últimos años la proliferación de stands en estaciones de tren y metro, aeropuertos, en la vía pública o en centros comerciales”. En estos últimos, el número ha aumentado más que en cualquier otro sitio. Y es que “se trata de aprovechar los más de 4 millones de visitantes que reciben cada semana en España este tipo de centros, según datos de la Asociación Española de Centros Comerciales”.

Fuentes Merino destaca que se trata de “un entorno muy favorable para las ventas” ya que en los últimos años se ha incrementado la afluencia de personas en estas superficies comerciales y se han llegado a datos de recaudación anuales de entorno a los 38 millones de euros. Por ello, asegura que “las empresas han de valorar el gran negocio que supone tener presencia mediante un stand en un centro comercial”.

Si bien en sus inicios, estos stands sólo se encontraban en ferias y eran las empresas de telefonía o bancos las que principalmente se decantaban por este tipo de soportes, en la actualidad, todo tiene cabida en un centro comercial para desarrollar actividades de captación de clientes, desde productos financieros hasta clínicas de estética, tiendas de bisutería, maquillaje o belleza, videojuegos o, incluso, descanso personal.

Fuentes Merino añade, “hay que aprovechar el gran número de centros comerciales que tenemos y las posibilidades que ofrecen los stands para que los compradores experimenten, prueben o tengan un primer contacto con un servicio que posiblemente de otra manera nunca se hubiesen planteado probar o comprar”. Todo en un espacio reducido con la posibilidad de montarse y desmontarse con facilidad en el lugar en que se desee y que, además, tiene un menor coste que el alquiler de una oficina o local.

Además, Fuentes Merino apunta a una gran evolución no sólo en cuanto a su utilización, sino a su diseño y planificación, “están dejando de ser simples puntos informativos que se cruzan en nuestro camino, para convertirse en un espacio lo más atractivo, cómodo y confortable posible. Con estructuras cada vez más estudiadas y sofisticadas con las que pueden darnos no sólo, a conocer sus propuestas, sino acercarnos su imagen de marca, sus valores o filosofía de empresa. Darnos la mayor información sobre la empresa para conseguir clientes”.

Para lograr este objetivo sirven todo tipo de instrumentos, desde la utilización de los colores corporativos, hasta cómodos asientos o pantallas táctiles y medios interactivos con los que se trata de crear una experiencia tangible sobre la imagen de la empresa. Todo es válido para acercarnos a un servicio que se cruza en nuestro camino y que, de igual manera, no se hubiese tenido en cuenta. En este sentido el director de Grupo Venta Proactiva indica, “la utilización de las nuevas tecnologías ha sido fundamental para conseguir una imagen más cercana de lo que queremos transmitir”.

Por último, Fuentes Merino afirma que, además del diseño, de la ubicación y del producto que se muestra, otro factor muy importante que determinará el éxito del stand son los vendedores. Así manifiesta que “el vendedor tiene la labor de saber asesorar y de ser un eficiente consejero sobre el servicio que ofrece. De no ser así de poco servirían todos los elementos favorables para la venta con los que cuenta el stand”.