Durante la cuarta semana de julio, la producción solar fotovoltaica disminuyó en la mayoría de los principales mercados eléctricos europeos, mientras que la producción eólica aumentó en gran parte de ellos. La demanda eléctrica bajó en varios mercados clave, lo que provocó una caída generalizada en los precios eléctricos. Los futuros de petróleo Brent y gas descendieron y los precios de los derechos de emisión de CO₂ mostraron ligeras fluctuaciones