Virus, parásitos y hongos pueden contraerse en el agua de una piscina cuyos químicos desinfectantes no se controlan adecuadamente. La humedad y el calor, además, potencian la proliferación o conservación de muchas bacterias y virus que pueden provocar diversas infecciones de muchos tipos. Aunque el exceso del cloro es molesto y perjudicial para la salud de las personas, la falta de la cantidad adecuada del mismo puede resultar aún peor para la salud