Cuando pensamos en un viaje al extranjero para tomar un curso de idiomas, siempre se nos viene a la cabeza la idea del clásico curso de verano. Pero, en realidad, para un estudiante adulto la primavera ofrece muchas más ventajas que el verano para este tipo de curso: las escuelas todavía no están llenas a rebosar, los compañeros de estudios suelen ser más maduros y motivados, es más fácil conseguir el alojamiento que preferimos, los viajes resultan más económicos – y ¡hay muchas ofertas!