La resolución, adoptada por unanimidad, define un régimen especial y urgente para el desmantelamiento del arsenal químico del régimen bajo la supervisión de Naciones Unidas y de OPAQ, la prohibición de su uso por todas las partes y establece la obligatoriedad de su cumplimiento con una firme advertencia sobre la posible imposición de medidas bajo el capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas.