La hipermetropía se puede definir como un trastorno de la visión o un defecto refractivo común en el que el ojo tiene dificultad para enfocar objetos cercanos. Esto ocurre porque la luz se enfoca detrás de la retina en lugar de directamente sobre ella. Esto puede deberse a un globo ocular más corto de lo normal, una córnea demasiado plana, o factores genéticos.
Síntomas de la Hipermetropía
- Visión borrosa de cerca: Dificultades al leer o ver pantallas de dispositivos.
- Fatiga ocular: Especialmente después de actividades que requieren enfoque cercano.
- Dolores de cabeza: Generalmente frontales, empeorando a lo largo del día.
- Dificultad en tareas de cerca: Escribir, coser o trabajar en proyectos detallados puede ser un reto.
- Tendencia a entrecerrar los ojos: Intento de mejorar la visión enfocando mejor.
- Ojos secos o irritados: Resultado del esfuerzo adicional para enfocar.
- Incomodidad al cambiar de distancia: Cambiar entre enfoques cercanos y lejanos puede ser incómodo.
Detectar la hipermetropía
Las revisiones visuales periódicas son esenciales, especialmente en niños y personas de mediana edad. Se recomienda realizar el primer examen ocular infantil alrededor de los seis meses de edad y con posterioridad realizar revisiones anualmente. El óptico optometrista podrá valorar y corregir cualquier cambio que experimente en la visión de los componentes de la acomodación refractiva ocular, sensorial, motora y perceptual del sistema visual.
Tratamientos para la Hipermetropía
Existen varias opciones de tratamiento para corregir la hipermetropía, que incluyen:
- Gafas: Una solución común y efectiva, especialmente para niños y en personas de mediana edad.
- Lentes de contacto: Ofrecen una alternativa estética y funcional a las gafas.
- Cirugía refractiva: Opciones como la LASIK pueden corregir la hipermetropía de forma permanente, aunque no todos los pacientes son candidatos adecuados para este tipo de intervención.
Mònica Gómez, CEO de OPTICA’M, explica que es muy importante realizar revisiones visuales regulares para ayudar a detectar y corregir la hipermetropía de manera oportuna. Es importante acudir a profesionales de la visión al menos una vez al año, o más frecuentemente si se presentan síntomas de hipermetropía. Un diagnóstico y un tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida, permitiendo a los pacientes realizar sus actividades diarias sin limitaciones visuales.
La hipermetropía es un problema visual común pero manejable. Con una detección temprana y el tratamiento adecuado, las personas pueden mantener una buena salud visual y una mejor calidad de vida. Visitar regularmente una óptica de confianza es crucial para garantizar que cualquier cambio en la visión sea abordado a tiempo.