El lanzamiento, que se enmarca en la apuesta de Solán de Cabras por la innovación, tiene como objetivo ofrecer nuevas maneras de hidratarse y de disfrute en torno al agua.
Fiel a su filosofía por ofrecer a los consumidores los mejores productos, Solán de Cabras, el agua de referencia de Mahou San Miguel, ha lanzado al mercado Solán de Cabras con Gas. Se trata de la primera variedad de la marca elaborada con gas y con la misma agua mineral natural pero con un punto inesperado, ya que contiene un toque ligero y refrescante procedente de sus burbujas.
Su característica principal reside, precisamente, en su burbuja, la misma que la hace tan especial. Equilibrada y con una sensación chispeante, se convierte en la opción perfecta para aquellos paladares más exigentes que buscan disfrutar de nuevas sensaciones y experiencias de consumo en torno al agua.
La burbuja: inesperada y crujiente
Así es la burbuja de Solán de Cabras con Gas. Una agradable sensación de cosquilleo que inunda de frescor. Fina, elegante y con ese puntito ácido perfecta para calmar la sed. Una explosión de sensaciones en el paladar que provoca el deseo de seguir descubriendo lo que depara el siguiente sorbo.
De esta manera, Solán de Cabras con Gas llega al mercado poniendo de manifiesto su afán por innovar, ofreciendo propuestas diferenciales a los consumidores que buscan probar cosas nuevas sin perder la calidad.
Formato y disponibilidad
El agua mineral con gas de Solán de Cabras se presenta en formato de botella de vidrio de 75cl, siendo 100% reciclable manteniendo, así, la elegancia y la iconicidad de su emblemática botella azul. Solán de Cabras con Gas estará disponible a partir de diciembre en el e-commerce (La Solana) de Mahou San Miguel y en las próximas semanas, podrá encontrarse en los puntos de venta habituales del territorio nacional.
El origen de Solán de Cabras
El agua mineral natural de Solán de Cabras proviene de un manantial único situado en la Serranía de Cuenca, que le aporta las propiedades minerales y organolépticas que la han convertido en todo un referente en cuanto a origen y pureza. Y es que, el agua procedente del filtrado de las lluvias descansa durante años en este acuífero subterráneo que mantiene intactas sus condiciones.
Desde la profundidad de la tierra y durante más de 3.600 años, cada gota recorre y se decanta entre capas de sedimentos jurásicos, filtrándose entre las rocas en un proceso 100% natural de principio a fin hasta su fase final, el envasado. Además, su reconocido envase azul la protege de cualquier alteración lumínica para que su sabor y propiedades permanezcan indemnes e invariables. Este conjunto de acontecimientos da lugar a un agua de composición equilibrada y de mineralización débil.